27.4.07

Oda al divorcio (Regina Spektor)

La comida, de pronto, no tiene gusto a nada.
Sé que ahora estoy sola. Sé qué gusto tiene eso.
Así que desarmame en partes microscópicas
para dejarme ir en dosis reducidas.
Pero guardate algunas para usar de repuesto,
a lo mejor alguna al final sirve de algo,
y a lo mejor podés hacerte unos pesitos.
Ahora estoy metida adentro de tu boca,
detrás de las amígdalas. Te miro encaramada
sobre una muela, oculta, mientras hablás con la otra.
Acabás de comer algo con gusto a menta,
y ponés esa cara que a mí tanto me gusta:
estás a punto de lanzarte a la matanza,
al beso matador, al beso por el beso.
Necesito tu plata. Eso me ayudaría.
Necesito tu auto y necesito tu amor,
así que por qué no me das una manito:
¿no me das una mano?

13.4.07

Uno de Idea Vilariño

Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.

No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.

Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.

No volveré a tocarte.

No te veré morir.

3.4.07

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2.4.07

Uno de Daniel Freidemberg

AL CAER EL ALBA, ENTRE LA LUZ CENIZA...



Al caer el alba, entre la luz ceniza,
entre ese modo obtuso que tienen las cosas
de volver en sí,
no es viento lo que sopla, es como un agua opaca
que por detrás de la materia tiembla
como hecha de ecos de una vieja explosión
y, en lo que con la luz se extiende, el alma
intenta, opaca ella también, posarse.
No sé si por la guerra o el amor (ecos
de guerra o amor pesando),
algo retiene el alma tras los ojos.
Los que pasaron hace un minuto gritando
obscenidades, los que dejaron latas de cerveza,
esa mujer que arrastra un perro gordo,
no son ajenos, aunque tampoco la hacen, a la escena.
Miro abstracciones que dejó la resaca:
el mundo, una playa sorprendida por el amanecer.