13.2.12

Este cuarto (John Ashbery)

El cuarto en el que entré era este mismo cuarto pero en sueños.
Seguramente, todos esos pies que había en el sillón eran los míos.
El retrato ovalado
de un perro era yo mismo a edad temprana.
Hay algo que reluce, y algo que se acalla.

Nos dieron macarrones de almorzar todos los días,
a excepción del domingo, que indujeron a una pequeña codorniz
a que se nos sirviera. ¿Para qué te estoy contando esto?
Vos ni siquiera estás acá.