4.8.11

El Club de la Medianoche (Mark Strand)

Los talentosos nos han dicho durante años que quieren que los amen
por lo que son, y que en su plenitud, sea cual fuere la suya, ellos también
son vulnerables al crepúsculo, al igual que nosotros. De modo que trabajan
toda la noche en cuartos fríos, donde la luna teje una telaraña con su luz;
durante el día, a veces, se apoyan en sus autos
y miran hacia el valle abrasador, dorado, como caramelizado,
pero más a menudo se sientan en cuclillas en penumbras, con los pies en el suelo;
las manos en la mesa, la camisa manchada de sangre sobre el corazón.