14.7.11

Facetas de Robinson (Weldon Kees)

Robinson juega naipes en el Hotel Algonquin; una fina luz azul
cae otra vez fuera de las persianas. Los hombres grises con sus sobretodos
son fantasmas que el viento arrastra por la puerta. Los taxis, mientras surcan
raudos las avenidas, las pintan de amarillo, anaranjado y rojo.
Llegamos a Grand Central, Sr. Robinson.

Robinson en una azotea en Brooklyn Heights; los barcos
se lamentan igual que los perdidos. El agua, una pizarra allá abajo, a lo lejos.
A través del sonido de unos cubos de hielo que alguien tira en un vaso, un osteópata]
vestido de golfista describe un viejo tour por Rusia de la agencia Intourist:
De aquí se lanzó el viejo Gibbons, Robinson.

Robinson que camina por el Central Park, admirando el elefante.
Robinson que compra el Tribune, Robinson que compra el Times. Robinson
que dice: “Hola. Sí, habla Robinson. ¿El domingo
a las cinco? Me encantaría. Muy bien, ¿y vos?”.
Robinson solo en Longchamps, con la vista clavada en la pared.

Robinson asustado, borracho, Robinson sollozante.
En la cama con una Sra. Morse. Robinson en su casa;
su disyuntiva: ¿Toynbee o luminol? Allí donde el sol brilla,
Robinson con un traje de baño con motivos florales, la mirada
fija en las olas. Donde acaba la noche, Robinson en bares del East Side.

Robinson con un saco Príncipe de Gales y zapatos de cuero graneado,
una corbata negra, nudo simple, camisa de vestir de tela Oxford,
el enjoyado y mudo reloj que se da cuerda solo, el maletín,
un impermeable, ropa de primavera, todo cubre
su triste corazón de siempre, marchito como hoja en el invierno.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

"We were alone there, he and I,
Inhabiting the empty street"

Weldon Kees, Relating to Robinson.


En realidad, cuanto más leo a Kees más me parece que en absolutamente todos sus poemas, implícita o explícitamente, está Robinson... este Doppelgänger náufrago a ojos vistas en el atrezo urbano.

M.

12:11 p. m.  

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