La música que oí (Conrad Aiken)
La música que oí con vos fue más que música
y el pan que compartí con vos fue más que pan:
ahora que no estás, todo está desolado
y todo lo que alguna vez fue hermoso está muerto.
Alguna vez tocaron la mesa y la vajilla
tus manos, y tus dedos tomaron esta copa.
Estos objetos ya te han olvidado, amada:
sin embargo, tu huella en ellos permanece.
Porque en mi corazón pasaste junto a ellos,
bendiciéndolos con tus manos y tus ojos:
siempre, en mi corazón, ellos van a acordarse
de que te conocieron, hermosa y sabia mía.
y el pan que compartí con vos fue más que pan:
ahora que no estás, todo está desolado
y todo lo que alguna vez fue hermoso está muerto.
Alguna vez tocaron la mesa y la vajilla
tus manos, y tus dedos tomaron esta copa.
Estos objetos ya te han olvidado, amada:
sin embargo, tu huella en ellos permanece.
Porque en mi corazón pasaste junto a ellos,
bendiciéndolos con tus manos y tus ojos:
siempre, en mi corazón, ellos van a acordarse
de que te conocieron, hermosa y sabia mía.
3 Comments:
Hermoso poema, Ezequiel...
No sé si me convence del todo... algún hallazgo hay que me gusta, pero lo veo un poco tópico rozando lo empalagoso.
M.
decir las cosas como son no es una cualidad menor de la poesía. es la poesía.
a veces basta con decir, no hallar nada.
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