20.1.11

El desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento (John Ashbery)

Nos advirtieron sobre las arañas y la ocasional hambruna.
Agarramos el auto y nos fuimos al centro a ver a los vecinos.
Ninguno estaba en casa. Hicimos nido en los jardines
que el municipio había diseñado, nos acordamos de otros
lugares diferentes, ¿pero lo eran? ¿No sabíamos todo de antemano?

En viñedos en los que el himno de la abeja ahoga la monotonía
dormimos por la paz y nos sumamos a la gran campaña.
Él se acercó hasta mí.
Todo era como entonces,
excepto por el peso del presente,
que destruía el pacto que habíamos celebrado con el cielo.
En realidad, no había razón para alegrarse,
tampoco era imperioso regresar.
Estábamos perdidos con sólo estar ahí parados,
escuchando el zumbido de los cables encima de nosotros.
Lloramos la meritocracia, que con salvaje vehemencia,
había puesto comida en nuestra mesa y leche en nuestros vasos.

De forma arrabalera, descuidada, caminamos de vuelta
hasta la roca de cristal de cuarzo en que se había convertido,
pura preocupación y miedo por nosotros.
Bajamos con cuidado
al último escalón. Ahí uno puede lamentarse y respirar,
enjuagar sus efectos personales en el manantial helado.
Sólo hay que precaverse de los osos y lobos que suelen frecuentarlo,
y de la sombra que te sobreviene cuando esperás el alba.

6 Comments:

Anonymous Anónimo said...

"Estábamos perdidos con sólo estar ahí parados"... No era fácil la transposición de este verso por la elección de los tiempos verbales. Nuevos ecos que invoca la traducción y que quizá no estaban presentes en el original: además del extraviarse, en español esta expresión denota la idea de "perdición" , de "condena a un mal" o "condenación eterna" incluso...

Me ha gustado mucho tu lectura ;-).
M.

11:13 a. m.  
Blogger Unknown said...

Muy bueno lo que hacés, disfruto de tus traducciones y la sección de antología me permitió encontrar cosas que no circulan por internet...
Me permití robarte una idea y una traducción, para mi pobre y aficionada lectura...
Saludos

6:12 a. m.  
Blogger Unknown said...

Por cierto, mi espacio es http://hechavoz.blogspot.com/

7:07 a. m.  
Blogger Unknown said...

Gracias, M., por la lectura, y estabocaesmía por lo que decís. Ahora mismo visito tu blog.

7:10 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Qué bueno es este poema! Realmente por textos como éste u otros como "Paradoxes and Oxymorons" o "Interesting People of Newfundland" merece tanto la pena leer a Ashbery. Lo mejor para mí es el modo tan sencillo a nivel lingüístico de crear magníficas imágenes que, en su disparidad y sin que yo sepa muy bien por qué, empastan de un modo tan sedoso y generan un pequeño universo tan coherente y aparentemente armonioso como polisémico y complejo en una lectura más en profundidad.

Grande "con salvaje vehemencia": arriesgado y certero.

M.

9:53 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Se me olvidaba: leyendo al poeta catalán Gabriel Ferrater tuve que pensar en este poema. Así finaliza uno de sus poemas: "No roe, no tritura,/ruedas aéreas sueñan, lentas/ y los cables zumban de crepúsculo dulce."

M.

10:35 p. m.  

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