Vivir mientras se pueda (Denise Levertov)
El joven olmo que hay que derribar
puesto que sus raíces horadan las paredes de la casa
me toca la ventana y la rasca con urgencia,
pero cuando lo miro se queda inmóvil. O si casualmente
me doy vuelta, sus hojas parecieran ser ojos,
toda la copa con sus ramas y hojas
una cara que aplasta la nariz contra el vidrio,
y lo deja empañado, deseando ver con claridad mi vida
cuyo término es aún desconocido.
puesto que sus raíces horadan las paredes de la casa
me toca la ventana y la rasca con urgencia,
pero cuando lo miro se queda inmóvil. O si casualmente
me doy vuelta, sus hojas parecieran ser ojos,
toda la copa con sus ramas y hojas
una cara que aplasta la nariz contra el vidrio,
y lo deja empañado, deseando ver con claridad mi vida
cuyo término es aún desconocido.
4 Comments:
HERMOSO, simplemente hermoso.
Un beso Eze
Ay, qué lindo...
Un olmo se aferra a la vida ¿quién tiene derecho a quitársela? Es un bello poema que transmite una gran empatía y paz. Cariños Ez.
que fecha para la publicación de este poema! Beso Eze!
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