1.2.08

Maitines (Louise Glück)

Inalcanzable padre, cuando fuimos expulsados
del Paraíso construiste una réplica, distinta
del Paraíso en una sola cosa:
estaba diseñada para darnos una lección. En todo lo demás,
idéntica: belleza en ambos lados,
una belleza sin alternativa. Salvo
que no sabíamos cuál era la lección. A solas,
nos cansamos mutuamente. Años de oscuridad
se sucedieron; por turnos
trabajamos el jardín, y las primeras lágrimas
nos colmaron los ojos al ver cómo la tierra
se empañaba de pétalos, algunos
rojo oscuro, otros de color carne.
Pero nunca pensamos en vos,
a quien estábamos aprendiendo a adorar.
Sabíamos tan sólo que no estaba
en la naturaleza humana amar únicamente
lo que nos retribuye con su amor.