En memoria de Joseph Brodsky (Mark Strand)
Se podría decir, incluso acá, que lo que queda
del yo se desenrolla y forma una luz evanescente,
y se adelgaza como el polvo y va a un lugar en donde
el saber y la nada se funden y atraviesan entre sí;
que se mueve, aún desenrollándose, a través de la bóveda
de la agotada claridad, y sigue adelante con rumbo
a un lugar que quizá jamás pueda encontrarse,
en donde lo indecible, finalmente, se dice una vez más,
pero con suavidad, rápidamente, como lluvia azarosa
que cae durante el sueño, que uno se imagina que cae durante el sueño.
Lo que queda del yo se desenrolla sin cesar,
dado que ningún límite es capaz de contenerlo:
ni ese límite informe que hay entre nosotros,
ni ese otro que cae entre tu cuerpo y tu voz.
Joseph, querido Joseph, esos recordatorios repentinos
de que estuviste alguna vez, los lugares y épocas
cuya vida mejor fue la que vos les diste,
ahora parecieran fantasmas en tu estela.
Lo que queda del yo se desenrolla delante de nosotros,
para quienes el tiempo no es más que una medida del durante,
y el futuro no es más que un etcétera etcétera… pero veloz y para siempre.
del yo se desenrolla y forma una luz evanescente,
y se adelgaza como el polvo y va a un lugar en donde
el saber y la nada se funden y atraviesan entre sí;
que se mueve, aún desenrollándose, a través de la bóveda
de la agotada claridad, y sigue adelante con rumbo
a un lugar que quizá jamás pueda encontrarse,
en donde lo indecible, finalmente, se dice una vez más,
pero con suavidad, rápidamente, como lluvia azarosa
que cae durante el sueño, que uno se imagina que cae durante el sueño.
Lo que queda del yo se desenrolla sin cesar,
dado que ningún límite es capaz de contenerlo:
ni ese límite informe que hay entre nosotros,
ni ese otro que cae entre tu cuerpo y tu voz.
Joseph, querido Joseph, esos recordatorios repentinos
de que estuviste alguna vez, los lugares y épocas
cuya vida mejor fue la que vos les diste,
ahora parecieran fantasmas en tu estela.
Lo que queda del yo se desenrolla delante de nosotros,
para quienes el tiempo no es más que una medida del durante,
y el futuro no es más que un etcétera etcétera… pero veloz y para siempre.
9 Comments:
Te escribo solo para que sepas que valoro muchisimo lo que haces aca.
Es un verdadero placer.Me daba verguenza decirtelo pero con los tres ultimos poemas me emocione y llore.
Parecieran especialmente elegidos para la epoca que vivo.
En fin eso, no se lo suficiente como para hacer una buena traduccion y si,lo necesario,como para darme cuenta que es mala.
Por estas cosas,gracias.
Al contrario, gracias a vos. Hacés que me emocione.
Saludos,
EZ.
Justo te estaba escuchando en el otro blog.
Ja.
Es extrañamente paliativo, tendria que agregar.
Salvo en alguna que otra pelicula o alla lejos alguna radio, no recordaba como era.
E.
¿Llorar? Sí, a veces es útil. Saludos,
EZ.
Sep, a veces.Otras no, nada cambia, salvo la cara desfigurada, jajaja.
Saludos y buen descanso.
E.
-Lo que queda del yo se desenrolla sin cesar-
Me gustó,
abrazo,
N.L
es un texto conmovedor, casi un "diálogo" entre strand y brodsky... impresionante toda la admiración y reconocimiento que se reflejan en este poema. gracias!
una de esas caprichosas desprolijas mías, como para variar
haber que le parece
Se podría decir, incluso acá, que lo que queda del yo // se suelta en una luz tenue, y se reduce como polvo y va // a un lugar donde saber y nada se funden y atraviesan; // que se mueve, incluso soltándose, más allá de luz donde termina // y sigue hacia un lugar que quizá no se pueda encontrar, donde lo indecible, // finalmente, se dice una vez más, pero suave, rápido, como lluvia accidental // que cae en sueños, que uno se imagina que cae en sueños. // Lo que queda del yo se suelta y se suelta, ningún // límite lo contiene: ni ese sin forma informe que hay entre nosotros, // ni ese otro que cae entre tu cuerpo y tu voz. Joseph, // querido Joseph, ese repentino recordar que fuiste - esos lugares // y tiempos a los que le diste más vida - ahora parecen // fantasmas de tus huellas. Lo que queda del yo se suelta // delante nuestro, para quienes el tiempo es sólo una medida del mientras, // y el futuro no más que un etcétera etcétera… pero veloz y para siempre.
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