18.8.11

Una noche de invierno (Mark Strand)

Fui a una fiesta de estrellas de Hollywood,

que deambulaban por ahí, citaban sus memorias y bebían.

La más linda de todas se sacó el vestido, se hincó

de rodillas y dijo que sólo su marido había vislumbrado

la tenebrosa flor de sus partes pudendas, y que él era un príncipe.

Una línea de luz cabalgó por la curva de sus pechos

hasta los deslumbrantes eslabones de su collar y luego se estrelló.

Afuera, en el jardín, los Plateros cantaban “Twilight Time”.

“Caen las celestiales sombras de la noche…”. Esto era un sueño.

Después, fui a la ventana y me puse a observar a un enorme toro rosa,

en un campo nevado. La luna le bañaba el lomo con su luz, y el vapor

de su aliento creció hasta envolverlo en una nube de plata.

Cuando alzó la cabeza, soltó un mugido que estalló y retumbó

como si fuese un trueno en los cuartos de abajo. También esto era un sueño.

3 Comments:

Blogger nv said...

buenísimo

7:11 p. m.  
Blogger Daniel Saldaña París said...

Buenísimo, pero: ¿"Los Plateros"?, ¿en serio?

8:05 p. m.  
Blogger Unknown said...

Así llaman acá a The Platters.

8:06 p. m.  

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