Traductor invitado
LEOPOLDO LUGONES TRADUCE A DANTE ALIGHIERI
Es tan pura y gentil mi bien amada,
Que sólo al verla saludar cumplida,
Toda lengua enmudece estremecida,
Y no se atreve a alzarse la mirada.
Así pasa, sintiéndose alabada,
Benignamente de humildad vestida,
Y es cual luz milagrosa descendida
Para anunciar la celestial morada.
Muéstrase tan afable a quien la mira;
Y vierte tal dulzura en nuestro seno,
Que sólo quien la gusta la encarece.
Y entre sus labios palpitar parece
Un espíritu suave y de amor lleno,
Que va diciendo al ánima: suspira.
Es tan pura y gentil mi bien amada,
Que sólo al verla saludar cumplida,
Toda lengua enmudece estremecida,
Y no se atreve a alzarse la mirada.
Así pasa, sintiéndose alabada,
Benignamente de humildad vestida,
Y es cual luz milagrosa descendida
Para anunciar la celestial morada.
Muéstrase tan afable a quien la mira;
Y vierte tal dulzura en nuestro seno,
Que sólo quien la gusta la encarece.
Y entre sus labios palpitar parece
Un espíritu suave y de amor lleno,
Que va diciendo al ánima: suspira.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home