3.1.11

Al norte (Weldon Kees)

Si yo, como otros en sus madrigueras,
encontré una parcela del pasado
para elogiar, posiblemente existan
sustitutos del ruido y de las manchas
borrosas: el confort del aislamiento,
asegurado, estricto, que nos nutre
cuando la luz expira sobre el vidrio;
pero la mente tiene que agacharse,
desconfiada, cambiar de dirección,
y concentrarse en una luz idiota,
los días de otros azotes o de exilios
y enfermedades, donde los horrores
de la historia, que van de las cavernas,
pasando luego por los campamentos,
hasta los ataúdes del mañana,
se queman hasta la última ceniza.

¿Y la tumba del Tiempo, dónde está?
¿La descomposición, qué aspecto tiene?
Una herradura, huesos blancos, árboles
sin vida, fríos hemisferios, moho
seco y una ola azul que al mediodía
baña unas costas que no habrás de ver.

2 Comments:

Blogger emmanuel méndez said...

Carajo, cada vez me engancho más con este tipo.

Gracias por las traducciones.

Saludos.

6:17 p. m.  
Blogger Pablo Seguí said...

Qué lindo poema.

8:10 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home