Gansos salvajes (Mary Oliver)
No hay por qué ser buenos.
No hay por qué caminar por el desierto
de rodillas incontables kilómetros, por arrepentimiento.
Sólo hay que dejar que el animal suave del cuerpo
ame aquello que ama.
Hablame de tus penas, yo te cuento las mías.
Sigue su marcha el mundo mientras tanto.
Por el paisaje, mientras tanto, el sol y los claros guijarros de la lluvia,
se mueven, por los prados y los frondosos árboles
las montañas y ríos.
Y los gansos salvajes, mientras tanto, por el limpio aire azul
volando alto emprenden el regreso.
Y vos, seas quien seas, sin importar cuán solo te sentís,
el mundo se le ofrece a tu imaginación,
te llama como llaman esos gansos salvajes, enérgicos y ásperos,
anunciándote una y otra vez el lugar que ocupás
en la familia de las cosas.
No hay por qué caminar por el desierto
de rodillas incontables kilómetros, por arrepentimiento.
Sólo hay que dejar que el animal suave del cuerpo
ame aquello que ama.
Hablame de tus penas, yo te cuento las mías.
Sigue su marcha el mundo mientras tanto.
Por el paisaje, mientras tanto, el sol y los claros guijarros de la lluvia,
se mueven, por los prados y los frondosos árboles
las montañas y ríos.
Y los gansos salvajes, mientras tanto, por el limpio aire azul
volando alto emprenden el regreso.
Y vos, seas quien seas, sin importar cuán solo te sentís,
el mundo se le ofrece a tu imaginación,
te llama como llaman esos gansos salvajes, enérgicos y ásperos,
anunciándote una y otra vez el lugar que ocupás
en la familia de las cosas.
5 Comments:
man!!!!!!!!!!!!!
traes un ritmo bárbaro
las palabras van enlazándose
eso de la respiración y los espacios que aparecen entre los segmentos de las oraciones lo traes amarrado
qué te puedo decir
luego hay versos que me ponen contento
saludos
olvidá lo de las ll
me encantó.
zarpado, este blog es una maravilla
Qué buen poema.
Día duro de verdad... y buen remanso el que ofrece este poema, para leer y dejar planear suavemente la vista por las sílabas una a una... como dice el primer comentario a mí también hay versos que me ponen contenta, por la calma, la parsimonia y la elegancia con que discurren. E incluso gana en la versión leída. Me gusta el efecto de dejar el impersonal en los primeros versos para pasar a la segunda persona más adelante. Un pequeño pero: hay un verso que me incomoda, quizá sintácticamente "y vos... imaginación".
Es una suerte poder levantar la tapa virtual de este libro y dejar que la belleza en pequeñas dosis actúe...
M.
Publicar un comentario
<< Home