Parábola de las arpas (Robert Bringhurst)
Amor, en el tambor del corazón
hay cascos de caballos: el caballo
muscular, el caballo de los huesos.
En la flauta del hueso están las voces
de los peces: los peces del estómago,
los peces de los dedos y las extremidades.
Amor, en el arroyo de las extremidades
nadamos con los peces y vadeamos
montados a un caballo que echa espuma.
Amor, en esta cama llena de caballos
y de peces, les traigo a los cuencos sonoros
de tus pechos las arpas de mis manos.
hay cascos de caballos: el caballo
muscular, el caballo de los huesos.
En la flauta del hueso están las voces
de los peces: los peces del estómago,
los peces de los dedos y las extremidades.
Amor, en el arroyo de las extremidades
nadamos con los peces y vadeamos
montados a un caballo que echa espuma.
Amor, en esta cama llena de caballos
y de peces, les traigo a los cuencos sonoros
de tus pechos las arpas de mis manos.
4 Comments:
Fantástica sonoridad la que consigue el poema, repiqueteo de los cascos del caballo, el percutir del tambor, los susurros de arroyos, peces y espumas (y alguna que otra rima interior)... un amor sonoramente beligerante que contrasta con la supuesta suavidad del arpa que anuncia el título y que culmina la magnífica última estrofa.
Fijándome en la fuerte sonoridad de las parábolas anteriores, ¿será quizá esta característica una de las que definen el concepto de parábola para Bringhurst?
M.
Su trabajo aparece en Valderrama.
Gracias. Saludos al Pibe colombiano.
jajja acá está la dirección:
http://revistavalderrama.blogspot.com/
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