Avance rápido (Joe Urbach)
Cuando alguien me contó que en el momento
en que creyó que iba a morir, su vida
entera desfiló frente a sus ojos
(le estaban apoyando una pistola
en la sien), yo pensé en las filmaciones
que a veces pasan en los casamientos,
donde vemos al novio a los dos años
bañándose desnudo en la pileta
de la cocina, o a los seis, vestido
de guardapolvo, al empezar las clases,
o a la novia en su fiesta de egresados
o recibiéndose de contadora;
como si fuera una secuencia lógica
que condujera irremediablemente
al desenlace conocido. Pero
si me pusiera a imaginar mi muerte,
no creo que los hitos de mi vida
pasen en sucesión por mi cabeza
en el momento previo; se me ocurre
que a lo sumo sería una seguidilla
de instantes compilados al azar
que compartieran una misma atmósfera
de desconcierto, confusión y tedio:
como una película extranjera,
de ésas sin trama y llenas de silencios,
puesta en avance rápido, de forma
que no se lean siquiera los subtítulos.
en que creyó que iba a morir, su vida
entera desfiló frente a sus ojos
(le estaban apoyando una pistola
en la sien), yo pensé en las filmaciones
que a veces pasan en los casamientos,
donde vemos al novio a los dos años
bañándose desnudo en la pileta
de la cocina, o a los seis, vestido
de guardapolvo, al empezar las clases,
o a la novia en su fiesta de egresados
o recibiéndose de contadora;
como si fuera una secuencia lógica
que condujera irremediablemente
al desenlace conocido. Pero
si me pusiera a imaginar mi muerte,
no creo que los hitos de mi vida
pasen en sucesión por mi cabeza
en el momento previo; se me ocurre
que a lo sumo sería una seguidilla
de instantes compilados al azar
que compartieran una misma atmósfera
de desconcierto, confusión y tedio:
como una película extranjera,
de ésas sin trama y llenas de silencios,
puesta en avance rápido, de forma
que no se lean siquiera los subtítulos.