Traductor invitado
ELISEO DIEGO TRADUCE A OSIP MANDELSTAM
¿DONDE VOY A METERME EN ESTE INVIERNO?
¿Dónde voy a meterme en este invierno?
Abierta la ciudad, me agarra extraña.
¿Ebrio estaré de ese candado eterno?
Quiero mugir a tanta puerta huraña.
La media estrecha de calleja aullante,
su noche de alacena engarrotada,
y el chasco de escurrirse ese atorrante
por el mismo rincón donde no hay nada.
Y al foso, a la tiniebla de verrugas
me resbalo, hacia el pozo ya de hielo,
y a tumbos como al viento sus arrugas
y huyen grajos y fiebre en sólo un vuelo.
Y tras ellos me tiro dando un grito
de qué gélida caja de madera.
"¡Un médico, un lector yo necesito!
¡Una conversación en la escalera!"
¿DONDE VOY A METERME EN ESTE INVIERNO?
¿Dónde voy a meterme en este invierno?
Abierta la ciudad, me agarra extraña.
¿Ebrio estaré de ese candado eterno?
Quiero mugir a tanta puerta huraña.
La media estrecha de calleja aullante,
su noche de alacena engarrotada,
y el chasco de escurrirse ese atorrante
por el mismo rincón donde no hay nada.
Y al foso, a la tiniebla de verrugas
me resbalo, hacia el pozo ya de hielo,
y a tumbos como al viento sus arrugas
y huyen grajos y fiebre en sólo un vuelo.
Y tras ellos me tiro dando un grito
de qué gélida caja de madera.
"¡Un médico, un lector yo necesito!
¡Una conversación en la escalera!"