10.1.13

Uno de Alberto Girri


EL TESTIGO


Con el rostro enlodado, en un rapto de furia celosa
levanto el acta de mi piel.
Esta piel mía, fantasmal y tensa,
que envejece sola.

Hay respuestas, condenas, hay nacimientos
y heridas de clavos que algo significan.
Mas ni eso, ni la elevación del cáliz encendido,
muerte y muerte del hombre por el hombre,
anuncian paz.
Como puede verse,
en el hospital terrestre las consignas son crueles,
y la más cruel, la más extensa,
ordena convertir el grito en injuria desolada.

Con todo, y sin los subterfugios usuales,
me confieso que estoy muerto. ¡Contento, Señor!
Pues me llevas como a un enfermo evangélico,
como a un paralítico
cuya sangre indecisa derramada en el camino
es un ojo indeciso y humeante.
Yo nada he substituido,
pues en rigor mi permanencia fue oscura.
Y luego,
cuando el paso y la caída esfumaron en verdad mi piel,
no pregunté si el infalible beso
fue de un ángel vengativo o de un simple loco.

He tratado de decir
que el occidente está enfermo de materia y de ironía.

2 Comments:

Blogger ko said...

Que buen poema de Girri!
ademas la entrevista a Mark Strand estuvo fantastica. Gracias!

12:44 a. m.  
Blogger ko said...

Buen poema de Girri!
Excelente la entrevista a Strand.

12:45 a. m.  

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