La habitación de arriba (Weldon Kees)
Debe haber sido en marzo que a la alfombra se le hizo un agujero.
Ahora pasan los días y yo miro
los tablones combados de pino que clavó el padre de mi padre,
las vetas caprichosas. Se ven, donde el vacío lo permite,
ochenta años de huecos; cuatro generaciones de zapatos
se tropiezan, chirrían y se caen
al suelo que mi padre mancilló
con sangre nueva que caía de su cabeza. La corriente de aire
que trae las fogatas de otoño y los cigarros centenarios
y el brutal y magnánimo humo de esa pistola, aún persisten.
Para marzo, la alfombra estaba tan raída como el pasado.
El tejido se pudre como las vidas a las que nos aferramos. Ya es agosto,
y el piso está desnudo, liso por el desgaste,
y, en lo que hace a mi vida, es imperecedero.
Ahora pasan los días y yo miro
los tablones combados de pino que clavó el padre de mi padre,
las vetas caprichosas. Se ven, donde el vacío lo permite,
ochenta años de huecos; cuatro generaciones de zapatos
se tropiezan, chirrían y se caen
al suelo que mi padre mancilló
con sangre nueva que caía de su cabeza. La corriente de aire
que trae las fogatas de otoño y los cigarros centenarios
y el brutal y magnánimo humo de esa pistola, aún persisten.
Para marzo, la alfombra estaba tan raída como el pasado.
El tejido se pudre como las vidas a las que nos aferramos. Ya es agosto,
y el piso está desnudo, liso por el desgaste,
y, en lo que hace a mi vida, es imperecedero.
1 Comments:
"Ya es agosto,
y el piso está desnudo, liso por el desgaste,
y, en lo que hace a mi vida, es imperecedero."
Impresionante el último verso. Muy de a poco me voy enterando de lo que es la poesía en inglés, y en buena medida esto es posible gracias a vos, Ezequiel.
Saludos.
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