La Vita Nuova (Weldon Kees)
El verano pasado, en el calor azul,
bajo un aire incendiario, un mendigo sin piernas
gateó sobre sus puños callosos por la playa
hasta mí, que esperaba con los pájaros
encandilados por el sol.
Dijo: “El verano hierve y se evapora;
mi vida se une a otra; esta piel quebradiza
se seca, muere y se descama,
y se vuelve un disfraz cuando las hojas
arrancadas se vuelan en el viento”.
–Así es que, en el otoño de la pérdida,
yo gateo sin piernas hasta vos por las calles,
y pronuncio tu nombre bajo un cielo
plomizo, desgarrado por un rayo
y el viento que ahora sopla en otra dirección.
bajo un aire incendiario, un mendigo sin piernas
gateó sobre sus puños callosos por la playa
hasta mí, que esperaba con los pájaros
encandilados por el sol.
Dijo: “El verano hierve y se evapora;
mi vida se une a otra; esta piel quebradiza
se seca, muere y se descama,
y se vuelve un disfraz cuando las hojas
arrancadas se vuelan en el viento”.
–Así es que, en el otoño de la pérdida,
yo gateo sin piernas hasta vos por las calles,
y pronuncio tu nombre bajo un cielo
plomizo, desgarrado por un rayo
y el viento que ahora sopla en otra dirección.
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