Salmo 126
-CANTO DE LAS SUBIDAS DE SALOMÓN
Si el Señor no construye la morada, en vano se fatigan quienes la construyen. Si el Señor no vigila la ciudad, en vano se desvelan quienes la vigilan.
En vano es que madruguen y que velen en vez de descansar los que comen el pan de la tristeza, cuando a aquéllos que ama se los da durante el sueño.
La herencia del Señor son los hijos: la paga de los frutos del vientre.
Como flechas en mano poderosa, así los hijos de quienes no se han contenido.
Feliz aquel que sacie su deseo: no sentirá vergüenza de ellos cuando discutan en la puerta con sus enemigos.
(Del griego de la Septuaginta.)
Si el Señor no construye la morada, en vano se fatigan quienes la construyen. Si el Señor no vigila la ciudad, en vano se desvelan quienes la vigilan.
En vano es que madruguen y que velen en vez de descansar los que comen el pan de la tristeza, cuando a aquéllos que ama se los da durante el sueño.
La herencia del Señor son los hijos: la paga de los frutos del vientre.
Como flechas en mano poderosa, así los hijos de quienes no se han contenido.
Feliz aquel que sacie su deseo: no sentirá vergüenza de ellos cuando discutan en la puerta con sus enemigos.
(Del griego de la Septuaginta.)
2 Comments:
excelente salmo... muy lograda versión
Estoy habituada a leer este salmo, ésta me parece una hermosa versiòn
ralmente poètica.
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